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Cloud Computing I: Nubes, tormentas y otros fenómenos

Escrito por Nacho Saez en Reportajes
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La nube se cierne sobre todos nosotros. De hecho, ya hace un tiempo que planea en el “cielo” virtual de la Red, ofreciendo servicios de todo tipo a los usuarios. Google Docs, Dropbox, me.com y otros similares son la vertiente de la nube para usuarios finales y demuestran claramente la potencia de SaaS, por ejemplo. Pero el panorama de Cloud Computing para la empresa tiene muchos más matices, que analizaremos a lo largo de la primera parte de este reportaje, dedicada a los servicios de nube pública.


La “nube” ya no es un concepto abstracto ni lo que los ingleses llaman “buzzword”. El Cloud Computing ahora mismo es una herramienta como cualquier otra. Es más, comienza a ser una herramienta preferida por muchos. El motivo es obvio: se pueden contratar servicios, software o potencia de computación en las cantidades que uno necesita, en el momento que se necesita y por el tiempo requerido. Y todo ello sin modificar nuestra infraestructura ni un ápice.

La recesión económica también ha contribuido su granito de arena a la popularidad de la nube, ya que esta contribuye a mantener los gastos fijos al mínimo. Y los gastos fijos es algo que todas las empresas ven con preocupación en momentos de crisis. ¿Así que el Cloud Computing es todo flexibilidad y ventajas? Pues sí, básicamente es eso.


Cloud Computing…¿qué hay detrás?

El motor que se encuentra realmente tras el ya tan conocido “cloud computing” es la virtualización. Inventada ya a finales de los ’60, hasta el cambio de siglo esta tecnología no alcanzó una aplicación en masa, impulsada principalmente por las enormes granjas de equipos de bajo coste, basadas en procesadores “pequeños” de Intel. En 2005 la compañía de Santa Clara, California, por fin integró un soporte de hardware para virtualización en sus procesadores, disparando efectivamente las posibilidades que ofrece la virtualización.

Proveedores de Cloud Computing

Proveedores de Cloud Computing


El hecho de que los hipervisores puedan crear máquinas virtuales tan perfectas que simulan a un ordenador real hasta el último detalle, permite ejecutar cualquier software, bajo cualquier sistema operativo. Pero el hipervisor tiene el privilegio y el poder de eliminar y crear máquinas virtuales según sea necesario. Esto significa que se puede crear un servidor web, de ficheros o de correo tan pronto como sea necesario, destruyéndolo de nuevo en cuanto ya no se requiera. Esto liberará los recursos de la máquina física para que puedan ser utilizados en otro propósito o para otra máquina virtual diferente.

El resultado es que cualquiera que tenga muchos equipos en red, de cualquier fabricante, marca, modelo, plataforma o sistema operativo, está en condiciones de ofrecer servicios de Cloud Computing, si quiere (banalización aparte, esto es completamente cierto). El hecho de que la nube sea totalmente agnóstica, tanto en lo que respecta a los elementos y sistemas que la componen, como en cuanto a los que acceden a ella, es una ventaja innegable, ya que permite aprovechar todo el material de hardware disponible, sin discriminación alguna.

Así que, resumiendo, el sustrato sobre el que vive el Cloud Computing es la virtualización (que le proporciona su flexibilidad). Pero eso no es todo. Algunos opinan que SOA es una parte importante de las iniciativas cloud, y en la segunda parte de este artículo veremos si esto es cierto o no.


Las capas de la nube

En cualquier caso, las nubes actuales se basan en una serie de capas y, aunque nuestra trivialización sugiere que basta con poner unos PCs a funcionar en red para tener una nube, en realidad esto involucra algo más de trabajo.

  • SaaS – Software as a Service es, probablemente, el concepto más conocido hoy en día. Esto se debe principalmente a que es la capa superior y más visible de la nube. SaaS es el producto final que consume el cliente. Ya sea una tienda online de discos, o una base de datos fiscales. Es decir, aplicaciones para usuario final con las que este interactúa directamente.


  • PaaS – Platform as a Service es una capa de servicios más sofisticados (bases de datos, servidores web, etc.) en la que los programadores pueden basar sus aplicaciones.


  • IaaS – Infrastructure as a Service. Llegados a este punto, la capa subyacente es una virtualización de la infraestructura de TI y que sustituye a esta a todos los efectos. La ventaja principal es que se puede adaptar esta infraestructura con cierta facilidad, sin alterar la capa de hardware real.


  • Administración. Esta capa le permite a los clientes elegir qué tipo de infraestructura necesitan en cada momento. Asimismo ofrece la posibilidad de añadir más servidores al conjunto, en función de los requerimientos del momento.


  • Virtualización. Conforme vamos bajando en la estructura alcanzamos finalmente la capa de virtualización, que abstrae el hardware real del resto de la nube, ofreciendo las máquinas virtuales necesarias (almacenamiento y procesamiento) para soportarla.


  • Hardware. Esta es la base última de la nube. Aquí es donde se encuentran los discos duros reales, los procesadores y el hardware de comunicaciones.


Cloud Computing…¿quién hay detrás?

Este panorama, naturalmente, ofrece infinitas posibilidades tanto para el propietario del Data Center de virtualización, como para el consumidor de los servicios. Para el primero significa que puede escalar sus servicios hasta donde sea necesario, sin ceñirlos a ningún tipo de sistema operativo o tecnología. Para el segundo, que puede contratar tanta potencia de procesamiento como necesite en cada momento.

Esta computación “bajo demanda” permite cubrir las necesidades de los clientes, sin que estos tengan que invertir en infraestructuras. Algo especialmente interesante si se trata de una tarea puntual o esporádica. De esta forma, en épocas de economía turbulenta, las empresas pueden hacer frente a sus proyectos, sin incurrir en gastos fijos. Y como la coyuntura del “outsourcing” está en boga, los servicios que ofrecen los proveedores de nubes son siempre bienvenidos.






Proveedores de Cloud Computing

Proveedores de Cloud Computing





Y aquí llegamos a quid de la cuestión: ¿quién proporciona servicios de nube pública? Quizá la respuesta a acuda primero a la memoria es la más obvia: Google. Y, ciertamente, los de Mountain View tienen el mayor número de equipos y Data Centers del mundo. Además, desde muy temprano Bryn y Page tuvieron claro que el ofrecer servicios útiles en Internet era el camino a seguir.

Tras Google viene Microsoft en segundo lugar y prácticamente empatado con IBM (según las fuentes que no consulte). Y después de los gigantes más obvios, cabría esperar a un jugador como Salesforce (www.salesforce.com), dedicado completamente al Cloud Computing, pero no. Aparentemente Amazon Web Services (aws.amazon.com) tiene un volumen mayor. Emplean el knowhow adquirido a lo largo de los años en su servicio de venta online, para sacarle partido a todos esos conocimientos con un servicio de Cloud Computing que cualquiera puede contratar. Cierran la lista, tras Salesforce, Oracle (en realidad lo que antes era Sun) y VMWare.

Este ranking, naturalmente, está sujeto a variaciones en cualquier momento (adquisiciones, cambios de estrategia de los participantes, etc.). Además, hay un gran número de jugadores de nicho que ofrecen servicios específicos en la nube.

Lo que sí está claro, es que si los key players como Microsoft, Google e IBM han entrado en el juego, es que la tecnología va en este sentido y, además, hay un mercado emergente que repartir. La tormenta de la competencia entre los interesados aún no se ha desatado del todo, pero los nubarrones grises del horizonte permiten adivinar que van a caer rayos y truenos en cuanto haya algo más de estandarización en las cuestiones de Cloud Computing y esta tecnología sea mainstream en el mundo empresarial.

De hecho, las previsiones de mercado para los próximos cinco años son de varios miles de millones de dólares, aunque es difícil llegar a una cifra más concreta, ya que los analistas disienten entre ellos. Nada sorprendente, por otra parte, ya que estamos hablando de previsiones y suposiciones.


En resumen

Las nubes públicas tienen una enorme presencia en Internet, ya que la mayoría de servicios de interés para el usuario medio (Google, Yahoo, Microsoft, Facebook, etc.) están basados, en mayor o menor medida, en Cloud Computing. Pero más allá de todo ello, las empresas están actualmente muy interesadas en desplazar parte de sus operaciones a la nube, para descargar sus propios departamentos de TI y ganar en flexibilidad ante cargas de trabajo puntuales.

Los problemas con los que se enfrentan  a la hora de aprovechar estos servicios (seguridad, integridad, estándares, etc.) o de crear una nube privada, los dilucidaremos en la segunda parte de este reportaje.

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Comentarios
  • MKM Publicaciones » Cloud Computing II: Nubes privadas 17 diciembre, 2010

    […] la primera parte de este artículo hemos visto que el Cloud Computing comporta grandes ventajas a las empresas de prácticamente […]

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